Ella lo dudaba y lo pensaba.
Se decía una y otra vez que si estaría haciendo lo correcto, dejar todo de lado olvidar lo vivido hasta ahora y empezar de cero. La vida no la había ido mal pero tampoco es que fuera una vida para desear, lo mismo que a la mayoría de la gente. La vida la había dado palos, y muchos, pero ella se levantaba ante cada uno de ellos y seguía adelante como siempre.
En esos momento ella recordó una de las frases que su madre siempre la decía cuando la veía mal, levantaba el brazo y uno de sus dedos, mientras lo movía de un lado a otra y decía
-no dejes que nadie se meta en tu vida y mucho menos que la destruya tu siempre ve firme, la cabeza alta y una sonrisa tan grande que se te vean hasta las encías, cariño tu vida es tuya tendrás a mucha gente dentro de ella pero solo la manejaras TU”
Ella se levanto dispuesta a comerse el mundo, si, con esa sonrisa tan grande que se la veían hasta las encías y con la cabeza bien alta, ya nadie podría con ella. La encantaba la frase de “ entiende que sois cuatro, tus padres , tú y tu tristeza que como un fantasma a tu lado se sienta en la mesa” una frase de una canción poco conocida pero con la que ella en algunos momentos se sentía muy o demasiado identificada. pero como ya he dicho antes ella se levanto dispuesta a comerse el mundo ese dia y el resto de su vida, asique como en un abrir y cerrar de ojos el fantasma de la tristeza desapareció de su mente, de su mesa y de su vida.
Salió a la calle dando un portazo a la puerta corrió, salto, rió y grito que SU VIDA ERA SUYA!